Los dos jóvenes, afectados por el síndrome Parry-Romberg -una rara enfermedad degenerativa que afecta únicamente a entre tres y cinco personas por cada 100.000 habitantes-, sufrían desde hace años importantes deterioros en los rasgos faciales.
La técnica que les ha devuelto sus caras, es, aparentemente, sencilla -una simple extracción de grasa al estilo de una «liposucción convencional», la depuración de la misma y un posterior injerto de células madre con tejido adiposo en las zonas afectadas-, y mínimamente invasiva. Otra de las ventajas es que no hay apenas cicatrices, según explicó a ABC el doctor Joan Pere Barret, jefe de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital del Vall d´Hebron de Barcelona.
Los adolescentes, intervenidos en febrero, han recuperado el volumen en las zonas dañadas y la movilidad facial. Las técnicas podrían aplicarse en un futuro a pacientes con quemaduras severas o con distrofias por el VIH.
Fuente: abc.es